Fechas importantes en el calendario hay muchas, pero si hay una que nos representa a todas las mujeres, ese día es el 8 de marzo.
Manifestaciones en todo el mundo tienen lugar en el Día Internacional de la Mujer para conmemorar y honrar los logros conseguidos por todas esas mujeres de la historia que lucharon para iluminarnos el camino; un camino que ha estado siempre cubierto por sombras. Nos hace recordar la desigualdad e indiferencia en la que vivían las mujeres y nos empodera para seguir caminando hacia una sociedad más justa e igualitaria.
El rol tradicional de la mujer la ha mantenido encorsetada en las tareas domésticas y de crianza de los hijos durante gran parte de la historia.
No hace falta irse muy atrás en el tiempo para darse cuenta que hace tan sólo cuarenta años, e incluso menos, la mayoría de las mujeres abandonaban sus estudios o sus carreras profesionales una vez que se casaban para convertirse en amas de casa.
Lo cual no está mal, siempre y cuando no sea una imposición, sino una elección.
Las mujeres que decidían (y podían) romper con lo que la sociedad, y el patriarcado, había establecido como el camino correcto para ellas, en muchas ocasiones eran juzgadas y criticadas por desatender a sus familias y ser unas egoístas.
Teniendo a las mujeres prácticamente invisibilizadas, y siendo una rareza encontrarlas en roles de autoridad, a nadie le sorprende de que
La mayoría de puestos de liderazgo hayan estado siempre ocupados por hombres
Hace unos meses, cuando empecé a estudiar copywriting (lo que en castellano vendría siendo redacción publicitaria.Ok, sé que decir solo eso es acotar muchísimo la labor de la profesión pero, si te interesa, haré un post exclusivo para hablar sobre qué es realmente el copywriting), me di cuenta que una vez más, los que “cortaban el bacalao” son hombres.
Los libros imprescindibles que todo buen aprendiz de copy debe leer, están escritos por y para hombres.
En los 50, por ejemplo, en Estados Unidos, donde la publicidad ya movía cientos de millones de dólares, eran los vendedores los que tocaban las puertas de las casas para ofrecer sus productos a las amas de casa ofreciendo novedosos productos que les iban a hacer la vida más fácil.
También eran hombres los que pasaban horas sentados frente a una máquina de escribir redactando largas cartas de venta explicando las características y beneficios de nuevos o renovados artículos y servicios.
Así como los que dirigían las agencias publicitarias, escribían los anuncios o decidían los equipos de trabajo.
Las mujeres que algo tenían que ver con el mundo de la publicidad eran normalmente las protagonistas de los anuncios.
¿Y cómo han sido a lo largo de la historia muchos de esos anuncios?
Pues, un horror.
Mujeres que pasean semidesnudas por la calle para anunciar una nueva cerveza, chicas de cuerpos imposibles para promocionar unas galletas diet, una mujer que llora porque su novio la ha abandonado por una mucho más guapa, delgada y exuberante… la lista es interminable, ¿no?.
Pues esto pasaba en la publicidad en sus inicios y hasta hace de pocos años en publicidades de países que se suponen modernos y avanzados.
La cosificación y sexualización de la mujer ha existido siempre
Pero entonces, ¿dónde están las copywriters?
Son muchas las mujeres que han contribuido a cambiar el mundo, transformar la historia y han ayudado a escribir la realidad en la que vivimos hoy el conjunto de las mujeres.
Como te comentaba antes, el papel de la mujer en la sociedad siempre, o en demasiadas ocasiones, ha sido un papel segundón y en el terreno publicitario, el panorama no era muy diferente.
Sin embargo, hubo mujeres que pudieron abrirse camino y brillar con luz propia en el mundo de la redacción publicitaria. Las hubo y muy buenas, aunque fueran minoría en sus ámbitos de trabajo.
Pero hoy, quiero presentarte a tres.
Los inicios de la publicidad moderna se remontan al siglo XV con la invención de la imprenta. Fue en el siglo XVIII cuando tuvo su mayor desarrollo, que conllevaría al surgimiento de una industria potente y a la aparición de las primeras agencias publicitarias en los Estados Unidos, ya en el XIX.
Cuando pensamos en publicidad es fácil que se nos vengan a la mente imágenes de hombres con voz grave, engominados y enfundados en trajes hechos a medida que caminan con paso firme mientras los envuelve una espesa nube de humo (hola Mad Men).
Pero tras esas cortinas de humo, siempre se han dibujado siluetas femeninas, como la de
Helen Lansdowne Resor
Que fue reconocida como la mejor copywriter de su generación, y una de las primeras de la historia.
Nacida en 1886, su trabajo tuvo gran repercusión en las primeras décadas del siglo veinte.
Fue la mujer sin miedo. Me gusta llamarla así porque fue todo un emblema para su época, tanto en la publicidad, como en la lucha por la igualdad de las mujeres.
Resor supo destacar entre el resto porque logró ver el mundo desde otra perspectiva, la feminista.
Precursora de las primeras campañas publicitarias a nivel nacional, también fue vicepresidenta de la importante agencia publicitaria J. Walter Thompson Company, donde consiguió sus mejores logros como redactora publicitaria.
Su anuncio para Woodbury Soap, grabó para siempre su nombre en la historia de la publicidad.
Creó el eslogan “A skin you love to touch”, el cual creó toda una revolución para la época por tener connotaciones sexuales, pero a su vez funcionó tan bien para la marca, que lo estuvieron utilizando hasta 1940.
Atreverse a ser diferente en un mundo dominado por hombres
Helen Lansdowne Resor, tuvo la perspicacia, la inteligencia y la audacia de atreverse a ser diferente y por eso, hoy la recuerdo como una de las mujeres más inspiradoras de la historia.
Si algo hay que reconocerle (y agradecerle) a Resor, es que escribiese y diseñase anuncios pensados por y para mujeres, creando un antes y un después en el mundo de la publicidad.
Fue también la fundadora del primer equipo de copywriters formado por mujeres.Ligada al movimiento y la lucha feminista, marchó junto a su equipo de mujeres para apoyar al derecho a voto femenino.
Fue la responsable también, de la campaña “Women must work to win the war” (las mujeres deben trabajar para ganar la guerra), que dio como resultado que más de tres millones de mujeres se alistasen para hacer trabajos con los que abastecer a los soldados que luchaban en la Segunda Guerra Mundial.
Son muchas las mujeres que vendrían después de Resor a hacer grandes trabajos en el mundo del copywriting.
Una de ellas es
Jane Maas
Considerada como una de las 100 mujeres más influyentes en copywriting de la historia por Advertising Age.
Su carrera fue apasionante y fructífera hasta que murió en 2018.
Aunque ella no vivió una época tan oscura para el género femenino como la que le tocó vivir a Resor, en los años sesenta y setenta, no era común que las mujeres ocupasen puestos de responsabilidad y liderazgo.
No le fue fácil ganarse un lugar como copywriter, como tampoco lo fue hacerse respetar, aunque en aquella época las mujeres ya llevasen mini falda y gozasen de “cierta libertad”.
Pero su trabajo duro, su constancia y sus buenas ideas la llevaron a lo más alto. Tan alto que años después, incluso tuvo su propio alter ego.
¿Sabías que el personaje de la serie Mad Men, Peggy Olsen, se inspiró en la Jane Maas de carne y hueso?
Maas arrancó su carrera profesional en la famosa agencia publicitaria estadounidense Ogylvy & Mather, donde comenzó siendo copywriter para terminar, años después, convirtiéndose en la directora creativa de la compañía.
En 1976 empezó a trabajar en Well Rich Greene, esta vez bajo el cargo de vicepresidenta. Fue allí, donde presentó su archiconocida e icónica campaña “I Love New York”
¡Ahhh! pero no puede ser porque yo sé que el creador de esa publicidad fue el diseñador gráfico Milton Glaser… bla bla bla bla… ok, fue el diseñador, pero… ¿A quién se le ocurrió la idea? ¡Pues eso!
Como escribió en una ocasión Jane Maas, y contó más tarde Independent es uno de los artículos que le dedicaron a la famosa copywriter:
“Lots of men say they are the father of ‘I love New York, but I am its only mother”
(Muchos hombres dicen que son los padres de I Love New York, pero yo soy su única madre)
El legado de Maas es extenso y a ella le debemos grandes títulos literarios (aunque no fueron los únicos), como: Adventures of an Advertisign Woman (1986) y este otro más actual de 2012, Mad Women: The Other Side of Life on Madison Avenue in the ‘60s and beyond (y que yo YA tengo en mi lista de pendientes por leer).
A esta altura de la nota, quizá te preguntes:
¿Quién la rompe ahora en publicidad?
Hay muchas mujeres en la actualidad que trabajan junto a sus equipos y que dirigen campañas publicitarias y estrategias de marketing tan exitosas que se traducen en muchos ceros en las cuentas bancarias de las marcas para las que trabajan.
Entre muchas otras mujeres importantes en la publicidad de hoy,
Theresa McDonnell
merecía ser mi tercera y última homenajeada en este artículo dedicado a mujeres que inspiran, aunque ella no sea copywriter en si.
Quizá su nombre no te suene si no estás muy metida en este mundillo publicitario, pero seguro que si te digo la marca para la cual trabaja, le encuentras el sentido a que ella sea una de esas mujeres inspiradoras de las que te hablo.
Y esa marca es Dove.
Si alguien ha roto con las reglas establecidas y ha terminado con los mitos de la “mujer perfecta” en los últimos años, ha sido Dove, que gracias a la visión de su Global Brand Director, Theresa McDonnell, ha sabido mostrar a “mujeres reales” en campañas publicitarias como Real Beauty.
Y menos mal.
Menos mal que a alguien se le ocurrió hacernos un favor a todas las mujeres y nos mostró que no hacía falta ser alta, delgada y estereotipada para ser perfectas
Porque… ¿Qué es la perfección?. La perfección no existe. Son solo conceptos, modas e imposiciones sociales lo que definen lo que está bien y se acepta y lo que no lo está y se desecha, esconde, menosprecia o ridiculiza.
A la sociedad del siglo XVII le gustaban las mujeres lozanas, con curvas, y así lo representó Rubens cuando pintó Las Tres Gracias. Sin embargo, en los años ochenta, noventa, y todavía en la actualidad, las modelos de más de 60 kilos no pueden desfilar en las pasarelas más prestigiosas del mundo si no es para lucir colecciones de tallas grandes.
Las modas pasan, pero los prejuicios y los problemas que conllevan los estereotipos, no
La misión de Dove está muy clara: su objetivo es que las futuras generaciones se sientan a gusto con su cuerpo. Quiere que el Body Positive no quede solamente en un concepto, sino que sea una realidad.
Adiós a los cánones de belleza del pasado y la tortura del 90-60-90
Tras un amplio estudio realizado, los resultados son reveladores: tan solo un 2% de las mujeres entrevistadas del todo el mundo dicen sentirse bellas y a gusto con su cuerpo y 7 de cada 10 no se sienten representadas en la publicidad de los medios.
No es de extrañar, que con datos tan negativos, las campañas publicitarias inclusivas de Dove hayan sido, desde hace ya algunos años, todo un éxito. La clave ha estado en poner el foco sobre las mujeres tal y como son y no como se supone que deberían ser.
El camino es largo, queda mucho por andar, pero una cosa está clara, si lo recorremos juntas, llegaremos más lejos
Mujeres como Resor fueron pioneras en un ámbito reservado para el hombre. Maas trabajó duro y llegó hasta lo más alto, dejándonos campañas publicitarias que nunca pasarán al olvido. Las mujeres reales de Theresa McDonnell han demostrado que todas las mujeres somos perfectas, pero hay que aprender a amarse y aceptarse.
Y a ti, ¿cuáles son las mujeres que te inspiran?. Déjame tu comentario para conocer a otras grandes mujeres que ayudaron a hacer de este mundo un lugar mejor.
¡Ah, sí!, muy FELIZ DÍA!
P.d: Te dejo de regalo esta canción, ¡qué la disfrutes!. Recuerda que el resto de la playlist del blog va de regalo con tu subscripción 😉
Está muy bueno el post Cris!! Me encanto el enfoque y los ejemplos que diste!..
¡Muchas gracias Clara! Me alegro de que te haya gustado! y mil gracias por comentar. Me anima a seguir buscando nuevos temas. Beso!