¿Nunca has tenido tantas pelis en tu ‘lista de pendientes’ que ya no sabes cuáles has visto y cuáles no?. A mí me pasaba todo el tiempo hasta que con Gon, mi partner in crime, empezamos a crear un método.
Durante un tiempo vimos películas por género.
Después, por director o directora.
En este momento, nos lo hemos montado así: Viernes para estrenos o ‘moderneces’ y los sábados toca clásicos (sí, en blanco y negro también). El resto de la semana lo dedicamos a ver series.
Es una forma de mantener cierto orden y es mucho más fácil a la hora de buscar opciones.
Hasta que nos aburramos e inventemos otra fórmula.
Pues bien, en unos de los capítulos de la Masterclass de David Lynch ( y que si aún no has visto te súper recomiendo), Lynch habla sobre la genialidad de la película It’s a Wonderful Life, de Frank Capra.
Como buenos alumnos que somos, y amantes de todo lo que lleva el sello David Lynch, sumamos este clásico de 1946 a nuestra golden list del cine.
Protagonizada por James Stewart y Donna Reed, el film, que transcurre durante la noche de Navidad, narra la historia de George Bailey.
A pesar de que Bailey es un hombre de negocios popular y querido en el lugar gracias a su enorme generosidad y nobleza, no puede evitar sentirse desgraciado y frustrado al punto de plantearse acabar con su propia vida.
Dios, viendo que George va a cometer un error irreparable, envía a Clarence, un ‘ángel de segunda clase’, para ayudarle a darse cuenta de que su historia no es tan terrible como él piensa.
Clarence, le muestra a Bailey como hubiese sido la vida de la gente que le rodea si él no hubiese existido.
Envuelto en una mezcla de sorpresa y esperanza, George Bailey vuelve, desesperado, a reencontrarse con su familia donde espera poder refugiarse de nuevo en ‘su maravillosa vida’.
David Lynch tiene razón.
It’s a Wonderful Life es una hermosa película.
La interpretación de Stewart es sublime.
Y lo más importante: Muestra cómo aferrarse a un plan o a unas ideas determinadas, a la larga, puede conllevar a una tremenda desilusión.
Está bien tener planes, pero a veces los proyectos son eso, ideas preconcebidas de lo que debiera ser.
Los planes B no siempre están mal.
Tan solo hay que aprender a verlos desde la perspectiva adecuada.
¿Quieres saber por qué Clarence es un ‘ángel de segunda clase’?
Entonces, vas a tener que ver la peli, pasar un buen rato de clásico y contarme qué te ha parecido.
¡A disfrutar!
Cris
P.D. Mientras tanto, te dejo esta canción de la banda sonora de la peli para que entres en calor.
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